Archivos Mensuales: mayo 2014

Elecciones Europeas: El experimento con gaseosa.-

Se atribuye al escritor y periodista español, nacido en Barcelona, Don Eugenio d´Ors la frase “los experimentos se hacen con gaseosa”, que pronunció cuando un camarero intentando abril una botella de cava la derramó de forma ostentosa debido a su impericia en el arte del descorche.

Y es que aprender el descorche usando gaseosa, producto barato a base de agua y bicarbonato, parece más lógico que usar un elaborado y más caro vino de cava, pues al ser ambos espumosos tienen iguales efectos a la hora de hacer prácticas en tal oficio.

Pues esa fórmula, la de hacer las prácticas sin riesgo y a bajo costo, ha sido adoptada por el acervo popular español y la ha usado en las recientes elecciones europeas cuando aquellos ciudadanos, que todavía creen en la democracia y están dispuestos a distraer un momento de su domingo, fueron a votar.

Se tiene, no sin cierta razón, la idea de que eso de votar a los parlamentarios europeos es algo así como usar gaseosa para aprender el arte del descorche. Siendo elecciones, se vota a los candidatos que ponen los partidos de aquí, pero las consecuencias para el ciudadano elector no son apreciables ni creen que le vayan a suponen un coste sobre sus condiciones como ciudadano de a pie.

Eso es así porque los ciudadanos saben que en las elecciones europeas no votan a los alcaldes, que le dan los servicios locales que reciben en sus calles, ni al gobierno autonómico, que les condiciona los servicios básicos transferidos por el Estado, ni al presidente de la nación, que marca las políticas generales. Nada de eso, piensa el ciudadano de a pie, va a resultar afectado por lo que se vote en las elecciones europeas.

Así pues, el ciudadano puede, sin consecuencias directas para él, dar su voto a quien se le antoje y normalmente lo hace como voto de castigo o simplemente para fastidiar. Y eso se hace de forma mayoritaria y con independencia de su pensamiento político.

Las estadísticas nos indican que en las últimas elecciones europeas votó solo el 41,73 por ciento de los ciudadanos con derecho a voto y eso quiere decir que la mayoría del pueblo español, esto es el 58,27 por ciento, se quedó en su casa o fue a votar en blanco o de modo nulo.

Está claro que no se puede extrapolar los resultados electorales europeos a las elecciones generales, ya no sólo porque en las europeas se dé el efecto de que “los experimentos se hacen con gaseosa”, referido anteriormente, sino porque, además, hemos de considerar que tradicionalmente los electores de izquierdas son ideológicamente más fieles y sacrificados que los electores de derechas, por lo tanto, todos aquellos que están dispuestos a votar a la izquierda, que en números redondos, son 2,5 millones de ciudadanos, han ido a votar en las elecciones europeas.

Una prueba de ésto la tenemos en la distribución de los votos en Cataluña, donde el partido nacionalista de izquierdas (ERC) aumentó su electorado en 96.559 votos, mientras el partido nacionalista de derechas (CIU) lo disminuyó en 564.688 votos.

Teniendo en consideración que el número real de personas en desempleo ronda los 6 millones de ciudadanos, es evidente que hay una población que sufre de modo directo la falta de dinero e incluso en muchos caso está pasando situaciones de carencia básica y por ello se suele, erróneamente desde mi punto de vista, pensar que ese número de personas vota, en general, a los partidos de izquierda.

La presencia o aparición de una alternativa electoral como PODEMOS, plataforma electoral que no partido, creada cuatro meses antes de las elecciones puede dar la impresión de que estoy errado en esta última opinión.

Un somero estudio sobre la creación, ideología y metas de dicha plataforma me lleva a pensar que el éxito electoral de la misma es un efecto claro de la fórmula “los experimentos se hacen con gaseosa” por parte de los electores. Y los números me dan la razón puesto que si sumamos los votos de la izquierda (PODEMOS + IZQUIERDA UNIDA) tenemos 1.875.019 votos que son 188.979 de más que los que tuvo en las elecciones generales la coalición de izquierdas de IU-LV – IZQUIERDA UNIDA-LOS VERDES: LA IZQUIERDA PLURAL.

No creo que los 188.989 votos de mas que han tenido las tendencias políticas de Izquierdas provengan de una toma de conciencia ideológica de estos nuevos votantes y sí del acierto de esta alternativa electoral que ha buscado estratégicamente un electorado joven, el cual está cansado de los políticos de siempre y desea caras nuevas que no estén en el lodo de la corrupción. En este sentido, se ha aprovechado el famoso Movimiento del 15-M, para encauzar a muchos indignados con una actividad política clasista y dividida entre los dos partidos mayoritarios y que resulta estéril para estos votantes.

Las elecciones europeas requieren una reflexión, no sólo sobre la aparición de PODEMOS, sino empezando por entender que la mayoría del electorado no se ha pronunciado en las urnas al quedarse en su casa.

Reflexionando: no se trata de abrazar las ideas de renovación a cualquier precio y, mucho menos, dando un cheque en blanco al populismo de los nuevos líderes de la izquierda, sino que se trata de seleccionar cuál de las alternativas de renovación merece tener el voto de sus ciudadanos, que le ponga el poder del Estado en sus manos, pues, sabido es, que el poder de estado se toma con relativa facilidad y se abandona a regañadientes y a veces a empujones.

En definitiva, los experimentos se hacen con gaseosa y no con cava.

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¿Hay una “Fuenteovejuna” en León?

En la literatura española hay una obra, basada en un hecho real, que refiere como un grupo de personas, habitantes de la población de Fuenteovejuna en la provincia de Córdoba, se confabulan  para ocultar o ayudar a los asesinos de  la autoridad pública del lugar, que personifica el Comendador de la Orden de Calatrava, por ser éste una representación de la tiranía y la injustica que se ejercía  en aquel contexto social feudal por los que ocupaban cargos en el estamento del poder.

Puede que en la obra de Lope de Vega, donde se destaca más el hecho social que el particular, no quede evidenciada la motivación última del crimen, que sí está clara en la historia real de lo ocurrido, y que no fue otra que la existencia de un triángulo amoroso, el formado por el Comendador, la bella Laurencia y Frondoso, su novio.

Tal desvinculación fue debida al uso que se hizo de la historia en el momento de la publicación  de la obra de Lope, en el  año 1619, a ciento cuarenta años de distancia de los hechos, uso que solapó la historia particular, la causa última del crimen, al ser empleada como fuente literaria o argumento para  la justificación de una  férrea lucha que había en ese momento entre el  sistema feudal, viejo y caduco, pero que todavía tenía mucho poder, y  la naciente ideología que sostenía la necesidad de construir una monarquía fuerte, que representaban los Reyes Católicos en la obra de Lope.  No hemos de olvidar que el levantamiento, que cuenta la obra de Lope, no fue un acto de proletarios, porque esa clase realmente no existía todavía. Los coautores y encubridores  del crimen habrían sido principalmente pequeños comerciantes y campesinos desterrados y el  fin político de su lucha no fue establecer un gobierno democrático y popular, sino reestablecer la justicia bajo el dominio del Rey Fernando y la Reina Isabel, a quienes los pobladores de Fuenteovejuna respetaban y piden la clemencia justificando el crimen como obra del colectivo, con la famosa frase: “Fuenteovejuna todos a una”.

Confluyen pues en el hecho histórico ocurrido en la Fuenteovejuna de Córdoba una conducta individual, la de los asesinos materiales, el joven novio de la bella Laurencia y el padre de ésta, que tiene una motivación directa de venganza por la violación de su novia e hija por parte del Comendador, junto a la conducta colectiva de un grupo de personas unido ante la tiranía y la injusticia, que frente a ellos ejerce el servidor público, el Comendador de la Orden de Calatrava, representante del poder feudal, y que hace de espaldas al poder de los Reyes Católicos, representantes del nuevo sistema político centralista. Muchos analistas incluso han señalado que tras el pretexto del abuso sexual del Comendador mayor de Calatrava, la rebelión tiene como fondo la lucha del partido de Juana la Beltraneja con los partidarios de Isabel la Católica.

Vemos pues en la historia de la Fuenteovejuna de Córdoba que se ha resaltado el papel del colectivo, y su motivación ideología o política, frente a la del instrumento ejecutor del crimen, el novio y padre de la violada Laurencia. El colectivo usa al individuo para que ejecute el acto desdeñable, el de dar muerte al tirano, y luego asume de modo colectivo el crimen para reclamar el perdón sobre la base de que se trató de un acto de justicia. Algo parecido a eso se da en la conjura para ejecutar uno de los asesinatos políticos más célebres de la historia: el de Julio César.

El asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, se nos ha  presentado a la opinión pública  como un crimen por venganza de una madre enajenada ante el trato dado a su hija, si bien se nos oculta que hubo un triángulo amoroso previo entre la víctima y el marido de su asesina, según es “Vox populi” en el lugar.

Se nos oculta que la acción homicida, dadas sus circunstancias materiales de cómo se ejecutó, podría haber pasado  a la lista de los crímenes sin resolver, si no hubiera sido que la casualidad puso en el lugar a un policía jubilado que tomaba el sol en la zona. Una prueba del despiste policial inicial fue ponerse a dragar el rio en búsqueda de un arma que nadie vio tirar cuando ya se tenía a la asesina encarcelada.

El crimen estuvo perfectamente planificado, demasiado diría yo, y desde su origen. El lugar, la hora, el modo de ejecutarlo y la frialdad en la huida son propios de un acto  profesional. No se había dejado nada a la improvisación, el arma se recoge y oculta, la huida a pie hacia un vehículo poco sospechoso parece un paseo. El arma comprada con antelación, todavía no se sabe a ciencia cierta por quien, con los números de serie borrados y vaya usted a saber si ya tuvo alguna otra intervención anterior.

Estas previas no son cosas propias de una demente asesina, donde el arrebato es improvisación, que es precisamente lo que se evidencia a la hora de la ejecución, que en vez del certero tiro en la nuca, que no hubiera hecho apenas ruido, se entretiene en soltarle  cinco disparos que sonaron como petardos, según los testigos y llamaron la atención del policía jubilado que luego propicia su detención.

Sabido es que no hay mejor inversión que comprarle a un tonto un lápiz para que vaya a rayar las paredes de  la fachada de la casa de tu odiado vecino. Y sabido era, que se lo decía a todo el que la quería escuchar, que Montserrat se la tenía jurada a Isabel, hasta el punto que esta se había hecho poner un guarda jurado con instrucciones precisas de que no la dejara acercarse a su despacho. Así que creo que es lícito sospechar que pudiera existir en el crimen de León, por acción u omisión, al modo de Fuenteovejuna,  la participación de un grupo de personas con el interés común de la venganza contra quien ejercía un  enorme poder público, de un modo similar al de  don Fernán Gómez de Guzmán,  con un concepto tiránico del poder, y que  “abusa de sus vasallos, vejándoles de cien maneras” , como dice el texto de Lope,  y del que ahora  cuentan, las supuestas víctimas del supuesto nepotismo, de la política asesinada. La prensa  ha dicho de la víctima que tenía “fuerte carácter y su falta de tolerancia con aquellos que discrepaban de sus postulados provocó el abandono de la formación de cientos de militantes, en parte por sus maneras de disolver juntas locales para poner a gente de su confianza”.

Y tal lícita sospecha me nace de que existen demasiadas circunstancias en torno al crimen de León que no han sido ventiladas a la luz pública. Veamos algunas de ellas:

¿Cuál es el móvil? : Se han apresurado las autoridades políticas a decir que fue “un odio irracional de madre e hija hacia la víctima” sin más. La asesina  declaró a los investigadores policiales  que la había asesinado por «inquina personal». Pero ¿cuál es el origen de tal odio? Porque sabido es, hay fotos que lo demuestran, que en el pasado las dos mujeres, asesina y víctima, tenían  una muy buena relación. Y con las informaciones que ahora salen a la luz uno se pregunta si fue la no colocación de la hija de la una, a dedo, en la Diputación, el detonante de tal odio o lo fueron los amoríos de la otra con el marido de la asesina. Es cierto que he leído en la prensa que el origen fue un enfrentamiento profesional de la hija con la presidenta cuando esta quería que se favoreciera a una empresa vinculada con su actual novio y que la negativa de la primera ocasionó el que posteriormente  la segunda no la favoreciera a la hora de darle la colocación. Todo muy al uso en esos lares donde se practica el nepotismo como algo normal y casi obligado, como se hacía antaño con los clientes del cacique del pueblo.

¿Cuál es el origen del arma? : Se dice que la compran a un toxicómano ya fallecido, casualmente, al que pagan con droga, lo que justificaría la tenencia de un medio kilo de hachís encontrado en el ático de la hija. Y más tarde dicen que la policía municipal, amiga de la hija, media en la adquisición de las armas. La historia no parece verosímil por varias razones, la primera ¿por qué razón arriesgarse en el tráfico de drogas si se tiene dinero de curso legal?, ¿es que acaso el supuesto traficante de armas no tenía conocimiento de dónde comprar la droga con el dinero que le darían por las armas?. La segunda razón, ¿por qué guardar en tu casa tal cantidad de droga, es que acaso admiten devolución donde la compras?, si la conservas será para usarla: bien para consumo, bien para tráfico. Lo que abre la interrogante de si la chica del comisario de Astorga traficaba con droga y si lo hacía, desde al menos  un año, como  la policía no lo sabía. ¿Es que no hay servicio de información policial sobre el tráfico de drogas en León? Y además algún amigo me ha sugerido que no es creíble que un policía como el padre de la niña, que había estado destinado en el país vasco, no tuviera más de un arma para uso y protección de su familia, que es algo habitual y comprensible.

¿Por qué no pidió protección policial la política asesinada? ¿O sí la pidió?: Porque sabemos ahora que había contratado una guardia de seguridad privada con  aumento del presupuesto de gastos de la institución que presidía. Parece lógico que supiera que Montserrat se la tenía jurada e incluso que se hubiera dado cuenta de alguno de los cinco confesados intentos anteriores por matarla. Es por ahora una incógnita si llegó, como parece razonable hacer, a telefonear al marido de su asesina para decirle los rumores que corrían por León o si había detectado la presencia de ésta por los alrededores. Nadie en su sano juicio hubiera rechazado, de tenerla, la oportunidad de pedir la protección policial o de un guardaespaldas. ¿Por qué no lo hizo?

Como se puede ver son varias las incógnitas mayores que tiene este crimen, como todos, desdeñable y alguna de las circunstancias hacen pensar que la asesina contó, a sabiendas o no, con la colaboración de más gente, que bien vieron por ella o bien miraron para otro lado, conjurándose tácitamente con la misión  que en su mente enfermiza se había trazado para vengarse de quien para ella era la causa de sus males matrimoniales y de los laborales de su hija.

Por eso es deseable una averiguación precisa de lo ocurrido, para que  no ocurra, como en la historia de la Fuenteovejuna cordobesa, que el crimen quede sin castigo. Que en el caso de León sería posible  al aplicarse a la asesina la eximente completa de demencia, lo que la llevaría a una institución psiquiátrica o a quedar  bajo la custodia de su familia, como la ley prevé para estos casos. Entiendo que habría que escarbar más en esa trama y saber si además de colaboración necesaria, hubo inducción o simplemente se pecó de falta contra la debida diligencia.

¡Vamos! hay que averiguar si alguien le compro al tonto el lápiz cuando hizo mención de que le gustaría rayar la pared del odiado vecino del Palacio de los Guzmanes.

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La nueva caja de pandora y la necesaria esperanza.-

Conocido es el mito de la caja de Pandora, que ésta, desobedeciendo  una orden de Zeus de que jamás debería abrirla, la abre y deja sueltos todos los males que sufre la humanidad. La moraleja de esta historia es precisamente la existencia de la esperanza humana, que personifica la deidad griega de Elpis, quien fue la única que se quedó como antídoto para todos los males humanos liberados por la imprudente Pandora.

Hoy en día en el mundo virtual, que nos rodea cada día más, han surgido, junto a Whatsapp, Line, Telegram, Facebook, Twitter y otras ciento y una utilidades, las llamadas “in-app-purchase” que empiezan a ser consideradas como un mal que aflige a los usuarios virtuales, hasta el punto de esclavizarlos materialmente, según advierten algunos profesionales de la salud.

Pero ¿Qué es el “in-app-purchase”?, pues muy sencillo: te descargas un juego virtual, un juego intuitivo, atractivo, para todos los públicos y supuestamente gratis que además te enganchará, y con el tiempo sentirás una necesidad de conseguir retos que el propio juego te exige y que sólo podrás conseguir, como no podía ser de otra forma, comprando judías mágicas, las alcachofas milenarias, diamantes, monedas de oro o cualquier otra herramienta que te permitirán avanzar y hacer multimillonarios a los inventores del juego.

Para algunos, los desarrolladores de este tipo de juego se han convertido en “el señor que reparte droga en las puertas de los colegios”, porque te enganchan, sobre todo a los más jóvenes, te enseñan la mecánica del juego, y cuando consiguen hacerte un usuario habitual de su granja, o de su tablero o de su campo de batalla, empiezan a ponerte retos casi imposibles para que un día, que estés más estresado, se te agote la paciencia y digas, “pues por solo 70 céntimos me compro 200 alcachofas mágicas, porque  además me regalan 3 diamantes”. Que son precisamente las que permitirán superar ese reto virtual.

La  ciber-adiccion  o adicción a los videojuegos, que es eso que sufren los que  pasan largas horas jugando en sus dispositivos electrónicos sin importarles el tiempo, ni si se alimentaron o asearon, ya es algo conocido. Es una adicción como una droga pero sin sustancia que puede llevar a las personas a estados de fatiga, incomodidad y a fallar en su proceder rutinario, manteniéndoles en tensión constante lo que los puede llevar a cuadros depresivos y/o de ansiedad, tal como ya señalan los especialistas en la salud mental de las personas.

Y sobre esa flaqueza humana se ha creado un enorme negocio, que da a sus desarrolladores y colaboradores necesarios, como el caso de Facebook, multimillonarios  beneficios. Por ejemplo los juegos “freemium” como “Hay Day” y “Clash of Clans” han dado mucho éxito a Supercell, la empresa finlandesa desarrolladora, hasta el punto de haberle  generado uno  ingresos brutos de 2,4 millones de dólares al día en 2013. Ese modelo le permitió a Supercell tener una evolución explosiva: en 2011, cuando empezaron, ganaron 203.000 dólares netos, mientras que el año siguiente, lograron unos beneficio de 105 millones de dólares y el 2013 llegaron a los 178 millones de dólares. Y eso que, según la empresa, solo un 10% de los usuarios de los juegos de Supercell hacen uso de las compras para acelerar el ritmo de los juegos.

Lógicamente uno se pregunta cómo paliar estos modernos males que se esparcen por el mundo virtual sin freno y cuál es la nueva “Elpis”, que sería como el antídoto.

Y creo que la esperanza de como paliar estos efectos está en la historia de un elemental y adictivo juego en 2D creado para smartphones por el desarrollador vietnamita Dong Nguyen que se llama “Flappy Bird”. La creación del desarrollador revolucionó  el mercado de las descargas, incluso, en entrevistas con medios asiáticos, Nguyen  reveló que su obra generaba 50.000 dólares de ingresos publicitarios diarios, vamos, una verdadera mina de oro. Hasta que el juego le quitó al vietnamita la tranquilidad y en un sorpresivo mensaje anunció al mundo que iba a retirar el viral juego y escribió en su cuenta en Twiiter: “Flappy Bird es mi éxito pero también arruinó mi vida sencilla. Ahora lo detesto”.

Este hecho produjo todo tipo de críticas y por otro lado, los fanáticos del juego incluso llegaron a comprar,  a precios desorbitados, los smartphones con el juego previamente instalado gratuitamente. Pero ahora el creador ha decido reponer  el juego pero que éste no sea gratuito y además ha quitado los altos niveles de adicción que tenía el juego.

Para mí las claves del antídoto para estas nuevas plagas están claras: Hay que poner precio a los juegos al momento de las descargas, nada de publicidad engañosa de una gratuidad que luego no lo es. Y además hay que controlar los elementos que puedan producir adicción en los juegos, como poner tiempos máximos de actividad del juego por usuario y día.

Lo siguiente es que las autoridades sanitarias tomen medidas, en defensa de los ciudadanos ante este nuevo tipo de epidemias, invisibles al principio pero dañinas en sus resultados, y controlen sus contenidos adictivos. Bueno, al menos, esa es mi esperanza, en lo que más dudo es en que sean capaces de hacerlo.

Ilkaa y Mikko los fundadores de Supercell